Ushuaia, jueves 17 de mayo de 2018.- Luego del acto conmemorativo por el 204° aniversario de la Armada, el titular del Parlamento señaló que se “evoca la epopeya de un grupo de valientes criollos que cimentaron con su sangre el nacimiento de esta patria que nos cobija”. Así, en compañía de Comandante del Área Naval Austral, contraalmirante Marcos Ernesto Henson, resaltó el accionar y la figura del almirante Guillermo Brown, “el mayor ejemplo de vida naval que todo marino argentino lleva como guía”, dijo.
“Fue un marino por vocación y argentino por adopción que lideró con férreo ejemplo a un grupo de navales. A fuerza de coraje y con menores recursos que los invasores, lograron desestabilizar las pretensiones colonialistas de un reino muy lejano.
Brown salió de Buenos Aires con sus barcos y desorientó a los marinos realistas. Logró dividir su escuadra y obtuvo una primera victoria en el combate de Martín García. Se presentó luego frente a Montevideo y con hábiles maniobras atrajo a las naves enemigas lejos de la costa para evitar el fuego de las baterías de tierra; las venció finalmente en los combates parciales del 16 y 17 de Mayo de 1814, frente a Buceo. El resultado fue decisivo; los realistas perdieron el dominio de las aguas y Montevideo quedó completamente cercada por los patriotas.
El ejemplo de nuestro Gran Almirante y de sus bravos criollos navales, es el legado que la Armada Argentina en pleno, debe tener como la estela a seguir en cada singladura de vida.
Pero no hubiese sido posible, si no hubiesen tenido como objetivo el sueño de Soberanía Nacional, poniendo en relieve el respeto por las normas, la lealtad incondicional y el fervor patriótico, que fueron puestos como ingredientes imprescindibles para amalgamar las bases de esta Nación, que hoy nos toca defender.
Es por ello que el legado de estos patriotas no debe quedar en vano, la Camaradería y el Sentimiento de Pertenencia, deben ser el combustible para mantener encendida la Llama Sagrada de la defensa de nuestro Litoral Atlántico, debemos mantenernos unidos y convencidos que la capacitación permanente es la única forma de estar a la altura de las grandes naciones, que hoy nos observan y nos respetan por historia y compromiso con nuestra vocación de servicio.
Como ex integrante de esta querida Fuerza, de la cual me alejé sin dejar de pertenecer, hago votos para que nuestra Patrona Stella Maris, siga protegiendo a la Gran Familia Naval con su manto sagrado.
Gloria y honor a los hombres y mujeres de la Armada que dieron su vida por la independencia y la defensa de la soberanía de la patria.”
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