Ushuaia, lunes 3 de diciembre de 2018.- El Presidente del Parlamento, vicegobernador Juan Carlos Arcando, participó hoy de un homenaje en conmemoración a los 90 años de la llegada del aviador alemán Günther Plüschow a Ushuaia. El acto, que se llevó a cabo en la plazoleta ubicada en Maipú y Onas, contó con la presencia de representantes consulares en la ciudad.
Luego de entonar los himnos nacionales argentino y alemán, los presentes descubrieron una palca que indica que en ese lugar se levantará el monumento de homenaje al pionero aviador. También, hubo un intercambio de presentes protocolares con los representantes consulares de Alemania.
Al hacer uso de la palabra, el Vicegobernador agradeció en primer término al municipio de Ushuaia por ceder el espacio para rendir homenaje al pionero, “ya que Tierra del Fuego lo recuerda como esa persona que nos comunicó, que trajo la correspondencia, y a partir de ahí hubo un enlace permanente con Punta Arenas (Chile), hoy la comunidad vuelve a reconocer a este hombre, a este pionero”, dijo.
Finalizado el acto, el titular del Parlamento Juan Carlos Arcando, invitó a los asistentes a una reunión protocolar en sede de Presidencia, donde intercambiaron pasajes históricos de la época.
El 3 de diciembre de 1928, Plüschow se convierte en el primer aviador en acuatizar en las costas de Ushuaia. Es el primer aviador en unir Punta Arenas con la capital provincial. Desde ese vuelo, se hicieron también los primeros registros documentales del extremo sur argentino y chileno, que incluyen Punta Arenas, Ushuaia y la cordillera Darwin.
Plüschow entrega la primera saca de correo por vía aérea con una carta dirigida al gobernador de Tierra del Fuego, José María Gómez, de parte de Javier Palacios, Coronel Intendente de Magallanes. “Por la vía aérea austral, recién inaugurada por el valiente aviador alemán Plüschow, estrecho la mano al gobernador y amigo”, rezaba la misiva.
Luego de su primer vuelo a Ushuaia, el propio Plüschow relató: “Emprendí el regreso el martes 4 a las 17.30 h encontrando fuertes tempestades en la ruta. La cordillera Darwin la crucé en 1 hora y 30 minutos, contra 15 minutos que demoré en la ida. Soporté temperaturas de 20 grados bajo cero y subí hasta 2.500 metros, por los vacíos de 200 metros que encontré”.
“Han sido los momentos más difíciles de mi vida. Sobre la isla Dawson se me terminó la bencina, por lo que bajé en San Valentín donde a caballo me dirigí a Puerto Harris ya que allí tenía bencina dejada por la goleta”, describe el aviador.