Río Grande, martes 17 de diciembre de 2024.- La Legislatura declaró de interés histórico y cultural a la despensa El Sol de Río Grande. En el documento parlamentario se indica que, es fundamental a la memoria colectiva como símbolo de identidad y sentido de pertenencia de las generaciones pasadas, presentes y futuras. El comercio ubicado en el casco central, en la esquina de las calles Fagnano y Alberdi, simboliza la etapa del incipiente progreso del pueblo del norte fueguino.
La Resolución Nº 412/24 promovida por el Bloque FORJA se aprobó en la 7ª sesión legislativa, dado el septuagésimo aniversario de ese “pequeño y emblemático comercio” que a diario se desempeña una labor social, al tener un “ambiente familiar que trasciende la actividad comercial”, lo que genera relaciones cercanas y de confianza, según lo indica el proyecto.
La despensa El Sol, fundada por José Ojeda y Otilia Barrientos, ha sido un pilar en la comunidad durante 70 años. Rosa Garay, quien actualmente la administra, recuerda que «empezó con algo chiquito y vendían de todo para el campo”. En sus inicios, la despensa vendía productos como vinos en damajuana, galletas sueltas, mantecas y jamones en lata transportados desde Ushuaia.
Rosa ingresó a trabajar a la despensa en 1978 a los 13 años. En ese entonces, el pueblo era pequeño y todos se conocían, comenta que «todos los negocios le compraban a don José», por la confianza y la comunidad que se había formado ya que lo conocían. La despensa funcionaba con un sistema de libretas donde los clientes compraban a crédito –fiado- y pagaban a fin de mes. Además, agregó «yo no recuerdo a nadie que no le haya pagado a don José de esa época».
Con el tiempo, la despensa creció y se adaptó a los cambios en la comunidad. La migración desde el norte trajo más gente y el negocio comenzó a prosperar. «Las primeras personas que venían eran las que se hospedaban en los hoteles de los alrededores, ya que había muchos», explica Rosa. Entonces atendían de 9 a 12 y de 15 a 20 h, atendida por tres empleadas y doña Otilia, la jefa.
A lo largo de los años, la despensa ha sabido mantenerse relevante en la ciudad gracias a su amplia variedad de productos y su cercanía con los clientes. Rosa menciona que «siempre vuelven» en referencia a personas que no habían visitado en años, además destaca: “Nosotros vivimos de esto, siempre dialogamos con la gente dando la importancia a las personas más allá de la venta de productos”, cerró.
AH